lunes, 12 de noviembre de 2012

Patadas al cielo.



Los genios tenemos que apoyarnos entre nosotros... jajaja :)

Los que veais esto, echarle un vistazo a un amigo de la residencia que se ha marcado un temón de cuidado, letra suya y música suya... y obviamente voz.

Saludos perrunos.

PD: Esta semana escribo el final... =)

lunes, 29 de octubre de 2012

Vetusta Bols [5ª parte]

Bueno gente, después de mis desvaríos en papel para seguir con Vetusta Bols los cuales andan por twitter [https://twitter.com/i/#!/Rikusin/media/slideshow?url=pic.twitter.com%2Fvf5gm2VT] creo que ya sé como continuar con este penúltimo [Este si que es el penúltimo, lo prometo] capitulo.

Sin perder más tiempo os dejo con Leo y compañía!

Saludos perrunos ;)

Shun/Riks

___________________________________________________________________________________


Robert no era un cualquiera, era el Rey de Bols y de toda la comarca de Incanda, no podía permitir que un ladrón y un traidor quedaran impunes por el rapto de su primogénita. Su ejercito estaba peinando la zona, pero aún no tenían ninguna pista sobre el paradero de estos.

Sentado en su caballo veía como sus chicos inspeccionaban cada recodo del camino y cada senda del bosque para buscar un pequeño rastro, pero nada, parecía que se habían esfumado.

El capitán de su ejercito, Rick, se acercó al Rey con las manos vacías respecto a noticias, lo que para el orgullo del rey era un fracaso.

-¿Como un ladrón de tres al cuarto y un traidor van a dar esquinazo a todo un ejercito? - Estalló el rey rojo de ira.

-No lo sé su majestad, llegó el momento de preguntar a los aldeanos cercanos por si han visto algo fuera de lo normal, además no necesitamos que nadie sepa que la princesa está con ellos, seguro que todo el mundo se habrá fijado en alguien muy malherido.

-Espero por el bien de tu cabeza, que la siguiente vez que te vea tengas mejores noticias capitán, puedes retirarte.

-A sus ordenes su majestad.

Rick empezó a indagar y a preguntar a todo aquel aldeano, granjero o tendero que veía, se le suponía que tenían que alimentarse y las dos opciones más claras serían una tienda o una granja. Después de horas preguntando una adorable pareja de ancianos le dieron una pequeña pista que se atrevió a seguir por el bien de la corona.

Ellos le dijeron que si habían visto a una pareja de jóvenes y alguien muy bien vestido caminando por las afueras de Bols, y que el joven iba cojeando. La duda en este caso le vino porque la pareja de ancianos le aseguró que los jóvenes parecían contentos y enamorados. De todas formas el se encaminó hacia el sitio que los ancianos le indicaron.

Mientras en el granero las cosas parecían ir bien para todos y estaban preparando su huida hacia la frontera de la comarca, se encontraban haciendo planes cuando Tyler decidió que era un buen momento para salir a por algo con lo que llenar el estomago. Se despidió de la pareja y salió en busca de comida.

Se acercaba a la casa más cercana cuando a lo lejos le pareció distinguir a alguien conocido, rápidamente se escondió en unos matorrales y reconoció a Rick, el capitán de la guardia del Rey entrando en la casa a la que el se dirigía. Con los nervios escondidos debajo de la piel se dirigió al granero para comunicarles la mala noticia, los habían cazado.

Rick se enteró de que se escondían en esa zona y volvió a donde estaba el Rey Robert para darle la buena nueva.

-Sabemos donde están.

[Continuará]



sábado, 2 de junio de 2012

Vetusta Vols [4ª Parte]

Bueno, dije que esta semana pondría algo más de las aventuras de Leo, intentaré acabar la historia esta semana, para que sea antes de que entre en exámenes y luego me sea casi imposible.

Saludos perrunos.

Shun/riks
___________________________________________________________________________________

Tyler siempre había trabajado para la familia real. Más o menos de la edad del Rey Robert, todos sus recuerdos desde que tiene uso de razón son en el palacio, recuerdos de un niño que lo odiaba y lo trataba como si fuera basura, recuerdos de un adolescente que se divertía humillándolo y recuerdos de un adulto que se había casado con su enamorada y había tenido una niña que tenía los ojos de su difunta madre.

Esos recuerdos fueron la principal razón para ayudar a los enamorados en su huida, su odio hacia el rey y su amor hacia Catherine. No confundamos este amor con el que se profesan Catherine y Leo, es un amor más paternal.

Cada quince o veinte pasos se daba la vuelta para asegurarse de que nadie los seguía, y para meterle prisa a los dos tortolitos, que parecía que en su vida habían besado unos labios ajenos, ellos parecían totalmente despreocupados, en cambio Tyler sabía que tendrían que poner varios días de ventaja para estar seguros.

Anduvieron durante todo el día, hasta que las heridas de Leo amenazaban con que no pudiera dar ni un paso más. Por lo que, tuvieron que buscar un refugio, y el pajar de aquella familia era exquisito, quizás no para una princesa, pero sí como lugar donde pasar la noche.

Tyler se alejó todo lo posible de la pareja para darles intimidad, tanto que decidió salir a hacer una pequeña guardia cuando las caricias pasaron a ser por dentro de la piel, y afuera se preguntó que estaría pasando ahora en el castillo.

Y como si el propio castillo pudiera leer la mente del sirviente fugitivo, las tropas del rey, con este a la cabeza abandonaban el castillo en busca de su hija, la cual tenían bastante claro que había sido raptada por Leo y Tyler, a los que rápidamente Robert se encargo de hermanar en una amistad.

Cien jinetes comandados por el rey, con una misión clara, encontrar a Catherine, traerla sana y salva, y matar a Leo y a Tyler.

Mientras los jinetes provocaban temblores a su paso, en el pajar los temblores eran distintos, dos jóvenes extenuados miraban al techo abrazados sin pensar ni siquiera por un momento en lo que se les venía encima.

Leo era feliz por primera vez en mucho tiempo, y Catherine por fin había llenado el vacío en su interior, y no penséis mal, llenó su corazón con el amor.

Catherine se incorporó y miró a Leo a los ojos, y le besó como si ese momento fuera el ultimo de sus vidas, cuando ella se separó de el, Leo sonrió y mirándola le dijo:

-Sé que no podré darte vestidos, diamantes o banquetes, pero prometo darte lo que el mundo no pueda tener, prometo llevarte a las estrellas para ver juntos la luna mientras nos fundimos en un beso eterno. Prometo darte mi eternidad.

lunes, 28 de mayo de 2012

Vetusta Bols (3ª parte)

Bueno, aquí os dejo la tercera parte de la historia de Leo y Catherine, quizás no cumpla vuestras expectativas... pero me sigue faltando darle el toque distinto, y no encuentro como hacerlo, así que me basaré en la historia inicial que tenia pensada para ellos.

Saludos perrunos

Shun / Riks

___________________________________________________________________________

Como cada día en el palacio, Catherine se despierta en su lujosa cama, en su lujosa habitación y con su lujoso consorte, todo es lujoso, todo es maravilloso, todo es como debe de ser, pero ella se sigue sintiendo vacía, no entiende porqué el lujo no se extiende en su corazón, en el cual solo hay un pensamiento.

Leo.

Ella sabe que no debería siquiera pensar en el, pero el sentimiento que tiene hacia el es demasiado importante como para no creer en un futuro juntos, a pesar de que el sea un condenado a muerte por su propio padre.

Con estos pensamientos, como cada mañana, se levanta y deja que sus sirvientes le vistan y le acicalen. Después, y sin que nadie lo sepa, va a hablar con Tyler, el encargado de cuidar a su prisionero para darle instrucciones como cada día, que le de un poco de su comida a Leo, pero también le da una nueva instrucción, la cual es que se encontrarán en el patio de los lobos al mediodía para hablar de nuevo.

En su cabeza, una pequeña voz le sigue diciendo que quizás Leo no sienta lo mismo que ella, pero su corazón, como en la mayoría de los casos, manda más que el cerebro cuando se trata de amar, y ha decidido lo que hará, sean cuales sean las consecuencias que ello contraiga.

Al mediodía se dirige el patio donde la está esperando Tyler, el cual no se siente muy conforme al plan de Catherine, pero el afecto que siente por ella, por la niña que vio crecer, le hace imposible negarle nada, aun cuando pone en riesgo su vida, ella le dice que se verán a la madrugada en los calabozos para emprender la huida.

Durante todo el día, Catherine se siente especialmente segura sobre lo que va a llevar a cabo, salvo cuando comienza el atardecer y empieza a encontrar fallos en su plan. ¿Y sí Tyler al final decide traicionarla? ¿Y sí su esposo decide acostarse más tarde de lo normal? ¿Y si su padre requiere su presencia hasta altas horas de la noche como pasaba cada vez más a menudo desde la muerte de su tercera esposa?

Al final venció a sus nervios y caminó hacia delante, hacía su plan y se encontró con Tyler en las mazmorras, Leo estaba sorprendido de verlos allí a los dos juntos, hasta que el carcelero abrió la celda y le dijo que los siguiera, los primeros pensamientos de Leo rondaron por la horca, hasta que Catherine le dio un beso interminable solo cortado por la prisa de Tyler.

Corrieron por las mazmorras hasta llegar a la salida de estas, de allí se dirigieron al patio, esperaron a que los centinelas acabaran su ronda y al cambio de los mismos, para escabullirse por las sombras hasta que vieron la puerta del palacio.

Y unas palabras de Catherine tranquilizaron por completo los nervios de Leo.

''Justo ahí delante esta la libertad.''

martes, 27 de marzo de 2012

Vetusta Bols [2ª Parte]

Bueno, le voy a hacer caso a Igortxu y seguiré con esta historia, le puse muchas ganas y sé como quiero seguirla, no encuentro bien las palabras, pero hoy estoy algo inspirado.Dicho esto, no os hago demorar más, os dejo con Leo y Catherine.
Shun/Riks
__________________________________________________________
Leo siempre soñó con estar en el palacio, cuando aún era un niño siempre que jugaba con su hermana le decía que algún día ambos vivirían allí, el sería un bravo caballero del rey Robert, y su hermana sería una bella damisela que se casaría con el príncipe. Ahora aquellos días parecían estar demasiado lejos, y no podía recordarlos sin que se le empañaran los ojos.
Nunca pensó que acabaría en una celda, durmiendo en una cama de paja y comiendo pan duro, este nunca fue su plan.
Pero, no todo allí dentro era tan malo, a diario recibía la visita de la princesa acompañada del Rey, pero al fin y al cabo la veía, la tenía delante y le hablaba, aunque era para preguntarle por las joyas, pero de ninguna otra forma podría haber hablado ni haberse acercado tanto a ella. Ella no parecía muy cómoda con la situación, se veía que sufría, y si el no le hubiera dado las joyas a su hermana para que se fuera de la ciudad en busca de una vida mejor se las hubiera entregado, pero no podía.
Las torturas cada día eran peores, incluso hubo días que de lo malherido que estaba no tenia ni animo para comer el pan, hecho que parecía que los ratones del palacio parecían agradecer. ''Por lo menos hago feliz a algún ser'' pensaba Leo mientras una sonrisa irónica se intuía en su cara.

Y así pasaron semanas, sin que el rey hiciera otra cosa que torturarlo y mantenerlo vivo, no quería que se lo llevará alguna enfermedad y el no pudiera formar parte de aquello.

Hasta que una noche la princesa Catherine se presento sola en los calabozos. Leo según la vio volvió a contemplar esa melena dorada, esos ojos dulces de un color parecido al gris que lo miraban con mirada seria, y esos labios que hacían palpitar su corazón. Ella se paró en su celda, lo miró a los ojos y rompió a llorar, el no sabía que estaba pasando, pero al verla así se levantó como pudo para ponerse cerca de ella. Ella dio un paso atrás, dijo ''No es posible, no sueñes'' y se alejo corriendo.

El se derrumbó, las palabras de la princesa retumbaban en su cabeza, ¿por qué lloraba?, ¿Tanto le había afectado la perdida del collar? Le hacia sentir sucio por haberle hecho mal a aquella dulce flor, aunque algo en su interior le repetía que no podía hacer otra cosa, era su hermana por la que había hecho aquello y no se arrepentía.

Aquella noche no pudo conciliar el sueño, solo al alba logró dar una pequeña cabezada, en la que soñó con la princesa, la tenía en sus brazos y podía decirle que soñara, que nunca perdiera la ilusión, que aunque el estaba cautivo y no podía abrir sus alas, ella podía volar, podía ser feliz con su consorte aunque el no estuviera allí.

Lo despertaron los golpes en su celda, le traían la comida. ¿Tan tarde es?- Pensó Leo y se acercó a los barrotes para coger los trozos de pan, pero se dio cuenta de que ese día no había solo pan y agua, había unos trozos de carne, intrigado levantó la vista con una mirada interrogante hacia el carcelero.

Parece que la princesa no quiere que sufráis tanto, no le digas nada de esto al rey ni a los otros carceleros, nos buscarás problemas a mi y a mi señora. - Dijo el carcelero con una mirada seria, aunque se intuía una pequeña sonrisa en sus labios.

Ese pequeño gesto le hizo seguir adelante, día tras día recibía algo nuevo para comer, que intuyó que sería lo que comía la princesa, y eso, a pesar de estar cautivo y de las torturas, le hacía feliz. Había recuperado la sonrisa y la ilusión.

martes, 6 de marzo de 2012

La entrada más triste que nunca he escrito.

Bueno, siempre pensé sobre escribir esto, siempre lo tuve en mente y nunca me atreví a hacerlo, por el respeto que me da hablar sobre esto, pero creo que ha llegado el verdadero momento de hacerlo, ¿Por qué hoy, y no mañana o ayer? No lo sé, simplemente es hoy... el 2012 en el que cumplirías 30 años, el 2012 en el que llevamos 3 años sin ti. Y la razón de plasmarlo aquí, y no decírselo a nadie es que no soy tan fuerte como aparento ser, y ademas lo que mejor se me da es escribir mis sentimientos aquí, o en un papel...

Siempre has sido mi inspiración, en momentos de dudas, o en momentos tristes que creo que las cosas me superan pienso en ti, y sé que tu luchaste hasta el final, que nunca te rendiste, y que las cosas no tuvieron que ser nada fáciles, eres (que no eras) mi total y entera musa, la que cada día me ayuda a escribir, o incluso a levantarme por las mañanas.

Tengo miles de recuerdos jugando en vuestra casa, cuando murió mi abuelo y me pasé allí viviendo cerca de 1 mes, con vuestra compañía y con una única prohibición, ''no entréis en mi habitación'' cosa que tu hermano y yo incumplíamos para escuchar música en tu equipo de sonido, o simplemente por molestar, porque eramos niños y ya sabes lo que hacen los niños, molestar. Recuerdo tus cocinitas que estaban en la cocina real, o como nos ayudabas con las tareas de clase, ya que eras la prima mayor, ¡La que ya estaba en el instituto! mientras nosotros eramos unos criajos.

Recuerdo mi excursión a Malaga cuando me fuisteis a buscar y me llevasteis a Benalmadena, a conocer la casa, a pasar una tarde inolvidable con vosotros, con aquel reloj que tanta gracia me hizo... Contigo. Lastima que solo pudiera ser un día, y no un mes, como cuando fueron mis padres y yo no fui, no hay cosa de la que más me arrepienta ahora mismo. Pero bueno, las cosas son como son, y sé que lo entendiste en su momento y lo entiendes ahora, eres mi prima mayor, no una cualquiera.

No puedo evitar que los ojos se me nublen mientras escribo esto, quizás porque aún no lo había hablado con nadie sinceramente, quizás porque ni puedo ni quiero borrar este sentimiento que existe dentro de mi. Ya que es el recuerdo que tengo de ti, jugando de pequeños, echándonos la bronca cuando hacíamos algo mal, entendiendo que eramos niños... Siendo una muy buena prima, siendo la mejor prima que nunca nadie ha podido tener.

Y sin más me despido, tampoco quiero alargar mucho esto, sé que algún día nos volveremos a encontrar, vamos, esa es la razón de mi sonrisa mientras escribo esta linea, espero que estés donde estés, seas feliz, y que nunca te olvides de nosotros, nosotros nunca te olvidaremos.

Te quiero Tata y te echo mucho de menos.

Adrián.

lunes, 16 de enero de 2012

Vetusta Bols.

Dios, Hace demasiado tiempo que no cuelgo nada aquí... doy asco :(.

A ver si me pongo a subir todo lo que tengo escrito, empezando por esta historia corta basada en una canción que escuché hace tiempo ^^.

Sin más dilaciones, aquí os dejo la primera parte, prometo subir la segunda antes de... la semana que viene =P.

Saludos perrunos

Shun/Riks

R.
_____________________________________________________

La luna llena brilla en el cielo estrellado de una ciudad cualquiera, los solitarios gatos callejeros huyen de sus sombras, y los perros aúllan a la dama que se muestra en su plenitud en los cielos.

Parece una noche más, y lo será para la mayor parte de la humanidad, solo una pequeña parte de esta conoce la historia de Leo, un joven ladrón cuya carrera como tal parece que se acabará esta noche por los tejados de la vetusta ciudad de Bols.

La guardia imperial lo persigue, y el sabe que un simple fallo le costará su libertad, lo único real que tiene y lo que más aprecia, además, sabe lo que le espera si le atrapan, lleva siendo perseguido durante meses, desde que robo a la persona equivocada.

‘Pero era un error demasiado goloso’ – Piensa Leo mientras sigue corriendo

¿Cuál fue ese robo? Para ello nos tenemos que remontar cuatro o cinco meses atrás e irnos al palacio real, a la boda de la princesa Catherine

Después de la ceremonia y del banquete, cuando la feliz pareja se encontraba en sus aposentos, Leo fue más astuto que la guardia imperial y se coló por una ventana, robo varias joyas, entre las que se encontraba el collar de diamantes de la princesa, y como siempre dejó su marca, un papel con una huella de perro.

A los pocos días, empezó a ver carteles con su nombre, y una recompensa muy alta, por lo que empezó a esconderse y a huir de la justicia.

Lo que nos lleva al día de hoy.

Los guardias imperiales se van acercando más y más, y Leo ya está cansado de huir pero no podía dejarse atrapar, sabía que le esperaban los calabozos e incluso la horca.

Sabía que un descuido sería mortal, lo sabía.

Y aún así resbaló, y se deslizó por el tejado quedándose colgado de un canalón. La guardia ya lo había atrapado, su libertad estaba finiquitada.

Cuando la guardia llegó, lo subió, lo esposó y lo llevó al palacio real, exactamente a los calabozos, le pegaron una paliza y lo metieron en una celda, sabía que sus días estaban más que contados.

Y aún así, en ese momento no se arrepintió de lo que hizo, no tenía otra opción.

A las pocas horas de estar encerrado apareció el rey acompañado de la su hija, la princesa Catherine.

En ese momento cruzaron sus miradas, y en el corazón de ambos surgió una llama que no podrá apagarse, se sentía como millones de mariposas revoloteando por el interior de ambos y como que en ese momento ambos hubiesen ganado algo por haberse visto…